Esta página ha sido corregida
- 16 -
Te miro, te acaricio y es un sueño...
Lo que pasa por mí decir no sé;
Tu eres mi solo Dios, mi solo dueño
Y de rodillas te daré mi fé.
Tu alma es capaz de reasumir en ella
Todo el poder, la voluntad de un dios;
La ví brillar como fulgente estrena;
Y entre el tumulto adiviné tu voz.
Eres mi rey, mi soberano hermoso,
A una palabra tuya me decido,
El aliento me infundes de un coloso
Y hasta el éco del mundo por tí olvido.
Si de hinojos ponerme me ordenaras
De hinojos te rindiera adoracion,
Y si al helado polo tu me enviáras
Del polo fuera á la boreal rejion.